No sé realmente cómo debería de llamar ese síndrome de Diógenes que nos invade a las seños y maestros de infantil, si coleccionismo pedagógico o Diógenes educativo como @elmaestroalberto
Llegaron a mis manos estos botes vacíos de pelotas de pádel y tenía que hacer algo con ellas.
Con una troqueladora manual cortamos los objetos en gomaeva: un barco pirata, una isla, un faro y olas del mar.
Con una pistola de silicona templada (para que pudiesen manipularlo todo ellos) pegamos esas figuras en corchos de botellas y después el corcho dentro de la botella.
Una vez pegado, rellenaron la base con parte de nuestro minimundo pirata: arena (pan rallado) y mar (arroz pintado de color azul). Le pusieron su tapa y se lo llevaron muy felices a casa.
Hemos trabajado instrucciones, motricidad fina, precisión, manipulación, conteo, vocabulario específico, concentración, atención... y todo, ha sido jugando.
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